Lic. Julio Abanto Ll.
Hoy miércoles 18 de marzo, tercer
día de cuarentena en Perú, se declaró en nivel tres del coronavirus y un
compatriota muere en Madrid consecuencia de este mal. La primera alarma la tuvimos el 11 de marzo
por parte de una familia que retorno de Europa y decidió auto aislarse y
solicitar al MINSA el descarte respectivo, hasta la fecha no es claro si existen
pacientes con el virus.
Mapa en tiempo real del avance del Virus COVID-19 a nivel mundial, seguir en siguiente enlace: https://gisanddata.maps.arcgis.com/apps/opsdashboard/index.html#/bda7594740fd40299423467b48e9ecf6 |
Desde el desarrollo de las
vacunas, los índices de mortandad o sobrevivir con un mal producto de una
enfermedad infecto contagiosa, mantiene cifras moderadas. De niño recuerdo que era
común encontrar a familiares atacados por la poliomielitis, enfermedad que
afecta en los infantes el sistema nervioso y producía deformidad en las
extremidades y la posibilidad de no poder desplazarse con normalidad.
Siempre escuché a mis amigos del
pueblito de Lurigancho hablarme de la peste y otras enfermedades producidas
después de los terremotos como los que se produjeron en el cuarenta y setenta,
desastres que causaron muchas muertes, ya para entonces el antiguo cementerio
situado al costado de la capilla había dejado de funcionar y la gente empezó a
enterrarse en los cementerios de El Sauce y Mangomarca.
Ha transcurrido un años y un par de meses que nuestros vecinos se volvieron a colocar las mascaras, esta vez no fue por un aniego de aguas servidas. (Foto. Archivo ICR 2019) |
Desde el pasado vivimos rodeados
de males que han afectado a nuestra población, en algún momento hice un trabajo
con mi colega Joaquín Narváez sobre el mal de Chagas el cual se transmite por
un chinche y que en las regiones del sur del país cobra muchas vidas. Este mal trasferido
por un insecto que acá llamamos “chirimacha” sigue causando muertes en zonas
rurales que van de México hasta el sur de nuestro continente y sus cifras
llegan anualmente a 10 000 fallecidos[1].
Otro infección y muy recurrente
en las impresiones de ceramios moche es la uta o leishmaniosis,
la cual se caracteriza por la aparición de ulceras en la piel, incluso en el
rostro que en casos severos terminan carcomiendo la cavidad nasal[2].
Esta
reciente pandemia hizo su aparición en el continente asiático en 11 de febrero
y antes que llegue a nuestro país, teníamos cifras alarmantes de dengue
y otras afecciones producidas por picaduras de mosquitos, la cifras son
alarmantes entre octubre del 2019 a la fecha se suman más de cuarenta
fallecidos y más de 14 casos[3].
Históricamente en nuestro país se
presume que el primer casi relevante de infección como consecuencia del proceso
de conquista fue el Inca Huayna Capaq, estando en Quito sufre un grave mal que sospecha
fue la viruela enfermedad que, en 1545, eliminó a millones de pobladores de
Mesoamérica. La viruela se propago con los primeros españoles y luego con el
arribo de esclavos africanos procedentes de Panamá[4].
Basta con mirar los primeros
censos y echar un vistazo el tamaño de la reducción indígena de San Juan de
Lurigancho para entender el alto nivel de mortandad que se sucede en los
primeros veinte años fundada la ciudad de Lima. Por la dimensión de área útil y
distribución de sitios arqueológicos se estima que Lurigancho debió tener unos
tres mil habitantes, los cuales se redujeron a unos cientos en pocos años. Fue
tan alarmante que la percepción indígena a esta afectación presumía que era la
falta de mantener sus antiguos cultos lo que hacía que los costeños, “los
yuncas” desaparezcan y a si lo cito del manuscrito de padre Francisco de Ávila:
“….Es posible que los yuncas
ya no observen públicamente este culto (a Pariacaca); sin embrago, todos los yuncas
siguen practicándolo, cada uno por su lado. Cuando no lo hacen, la gente dice
que por esta falta los yuncas se extinguen.
Y ellos, los yuncas dicen:
“Los habitantes de las punas sigan observando correctamente nuestras antiguas
costumbres; de esta manera la gente se multiplica”.
otro episodio interesante es el
reconocer que habían enfermedades endémicas en nuestra región una de ellas la
verruga peruana (Bartonella bacilliformis ), la cual tiene un momento
memorable cuando Faustino Sánchez Carrión, en su afán de contribuir a erradicar
este mal se inocula la enfermedad y hace un detallado seguimiento a la
sintomatología, lamentablemente la malestar se complica y el mártir de nuestra
medicina fallece el 5 de octubre de 1885.
El riesgo a contagios en un
ámbito con poca población es bajo, ahora somo un distrito que en solo 50 años
ha crecido enormemente, si a esto le sumamos las condiciones de pobrezas, falta
de acceso a servicios básicos, bajo nivel de información y la poca voluntad de
hacer bien las cosas tenemos una verdadera bomba de tiempo, la pregunta es, que
tanto estamos preparados para enfrentar una crisis sanitaria.
Aun seguimos discutiendo sobre la
necesidad de más de un hospital en nuestro territorio, contamos con solo uno de
nivel 2-II y una red de centros de salud y postas médicas. Antiguamente solo
existía una asistencia media que se deba en la capilla del pueblito, por el
crecimiento de población fueron apareciendo en Campoy, Caja de Agua, Las
Flores, etc.
Consultorio médico de Santa Ana, en pueblito de Lurigancho 1960 (Archivo Ruricancho) |
Centro médico de Campoy en plena década del setenta (Archivo Ruricancho) |
Con el desarrollo de la ciencia
medicas y las vacunas, hemos logrado controlar diversas enfermedades y el nivel
de contagio ha sido bajo y es que, durante el siglo XX, la cantidad de
epidemias se pueden contar con los dedos de la mano desde la gran gripe
española (1918-1919) que causo 50 millones de víctimas. Hasta el último gran
mal del siglo pasado, el SIDA; el cual desde 1981, ha producido más de 30
millones de muertes y sigue en aumento.
En este nuevo siglo epidemias
ocurren cada dos años. Es decir, su registro y frecuencia es mas elevada. Esto
no es un juego, son cifras reales. Volviendo a nuestro distrito desde su
fundación hemos atravesado por “el colera”, un mal que fue detectado en las
cotas de Chimbote y luego se extendió a gran parte del país, la cifras de
muertes llego a los 2909[5].
Entre el 2009 al 2010, llego a nuestro
país la gripe H1N1 y durante este tiempo las cifras de muertes llegaron a 159
personas.
Mapa con la red de salud del MINSA en nuestro distrito (http://visor.geoperu.gob.pe/) |
Un mal reciente fue el Zika, el
Minsa confirmo que, en 2017, llego a su tope controlando los 180 casos reportados
sin ninguna muerte[6] .
El virus actual es diferente merece de la comprensión y colaboración de todos,
jamás hemos tenido que aíslanos, antes asumir las recomendaciones como lavar
bien los alimentes, evitar que se estanques las aguas y vacunarse bastaba,
ahora debemos vivir en cuarentena y es necesario. Un distrito donde el nivel de
desnutrición es alto, el nivel de enfermedades respiratorias también, niveles
elevados de anemia y tuberculosis nos hace pensar que somos un distrito con alto
riesgo.
Quisiera terminar con freses
alentadores, pero lo que he visto en mis vecinos no es nada responsable ni consolador.
Sinceramente no salgan de su casa, haga un programa de actividades en familia,
infórmese bien, abastézcase sin acaparar, pero sobre todo no tome en broma este
tema. El coronavirus mata, no cargue en la conciencia ser el responsable de
llevar la muerte a su hogar.
[1] http://www.scielo.org.pe/pdf/rins/v26n4/a12v26n4.pdf
[2] http://www.dge.gob.pe/buho/buho_leism.pdf
[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Epidemia_de_dengue_de_2019-2020_en_Per%C3%BA
[4] http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/epidemiologia/v09_n1/historia_ultimas_epid.htm#
[5] http://www.fao.org/3/ab416s/ab416s.htm
[6] http://www.dge.gob.pe/portal/docs/vigilancia/sala/2018/SE01/zika.pdf
Interesante , este es un referente del resultado que nos trae el aislamiento social.
ResponderBorrarGracias por si apotte.