domingo, 31 de marzo de 2019

EVIDENCIAS DE LOS PRIMEROS POBLADORES DE LA QUEBRADA DE CANTO GRANDE

Por: Julio H. Abanto Ll.


El estudio de las primeras poblaciones que se asentaron en el área andina es muy reciente, ahora sabemos que estos primigenios grupos hacen su aparición a fines del Pleistoceno (Holoceno), y que proceden de una serie de oleadas que penetran nuestro territorio desde diversas latitudes. La ciencia arqueológica, denomina a este período  como “lítico” y ha identificado, en el territorio peruano, dos tradiciones o culturas: Tradición Costeña o Paijanense y Tradición Serrana o Lauricochense, nosotros en general la definimos como Precerámico, la que se prolonga desde el 10,000 al 2,000 a.C. y la dividimos en Precerámico Temprano (cazadores – recolectores), Medio (primeros agricultores asentados en aldeas) y Tardío (constructores de templos o inicios de la civilización).

EL hallazgo de artefactos líticos nos revela la presencia antigua de cazadores en la cumbre de cerro Colorado. (Dibujo : JHALL,2019)

En la siguiente reseña nos dedicaremos a la etapa correspondiente a la de “los cazadores – recolectores”, cuyo estudio, identificación y ubicación ha sido todo un reto, ya que encontrar evidencias de los primeros pobladores de quebrada Canto Grande (Anexo 22 de la CC Jicamarca y San Juan de Lurigancho), ha significado una búsqueda de casi diez años e involucró el recorrido de gran parte de los cerros y quebradas del distrito.

El período que comprende la vida de los cazadores recolectores va desde el 9,000  al 6,000 antes de nuestra era y se refiere a los primeros grupos humanos que deambularon por nuestro territorio; eran nómades, formaban pequeños grupos dedicados a una economía de subsistencia basado en la caza, pesca y recolección que en su andar los pudieron aprovechar del rico litoral, del valle, el río y las lomas. Antiguamente la ecología era distinta, lo que permitía el desarrollo de una flora y fauna variada que al consumirla hacía posible la supervivencia de estos grupos.

Podemos decir que la historia de nuestro distrito, se compone de muchos eslabones, uno de ellos y quizás el más importante se relaciona aquellas evidencias que nos ayudan a conocer la verdadera antigüedad de las culturas en esta parte de Lima. Ya para la zona de Ancón y el valle bajo del Chillón se habían identificado evidencias muy antiguas que se denomina complejo “chivateros”. El trabajo que significó detectar establecimientos tan primigenios fue muy difícil, por lo que se orientó nuestra búsqueda a la parte alta de la quebrada, donde la población todavía no había alterado el paisaje natural, por lo general el crecimiento urbano ha terminado por sepultar evidencias arqueológicas y algunas quizás se encuentren a metros del asfalto y cemento.

Nuestra suerte empezó cuando en el mes de Abril de 1999, durante una expedición a la parte alta de la quebrada, en Cerro Babilonia se encontró un artefacto lítico similar a los fabricados por el hombre para este período, Este hallazgo se constituyó en la primera pieza para poder establecer hipótesis sobre la antigüedad de grupos humanos en esta parte del Rímac.

Diversos artefactos líticos (puntas y raspadores). La siguiente foto muestra el interior de la quebrada convertida en un hermoso paisaje después de una semana de intensas lluvias, incluso se pudo ubicar un puquial (Foto: Julio Abanto, 2003).
El año 2000, durante una nueva expedición pudimos conquistar la cumbre norte de cerro Colorado, la que se eleva sobre los 2200 metros de altura, allí descubrimos un grupo de pequeñas estancias y paravientos, estructuras que se encontraban en medio de una gran cantidad de lascas y desechos de talla lítica, nos referimos a un campamento de cazadores. Para nuestra, estos cazadores, antes de abandonar su refugio nos dejaron una pequeña punta de flecha, sin duda fue el hallazgo más relevante que se sucediera en nuestras investigaciones, ya que por fin podríamos asegurar que la historia de nuestro distrito se inició con una pequeña banda de expertos cazadores, hace 9000 años, fue enorme nuestra emoción por lo acontecido, que ante el imponente paisaje nos hincamos al suelo para agradecer a nuestros ancestros por tan maravilloso regalo.

Nuestra atención a la zona alta de Canto Grande, ha significado la identificación de otros sitios con este tipo de evidencias. Sus materiales nos han permitido reconocer a que grupo corresponden y porqué escogieron la parte alta de la quebrada como su espacio de vida.

Como ya hemos dicho, es un hecho que hace nueve milenios las condiciones climáticas eran distintas a las actuales, con una mayor humedad en la costa, que permitía transformar el paisaje desértico en un amplio oasis de neblina en la que proliferan una variedad de frescos pastos y arbustos. La existencia de puquiales proveían suficiente agua a quienes se aventuraban a explorar la zona. Todas estas condiciones permiten la presencia de una fauna compuesta por: camélidos, venados, zorros, vizcacha, gatos salvajes, y diversas aves; algunos de estos animales los hemos identificado como existentes gracias a los restos óseos y excretas que hemos recuperado durante nuestras exploraciones a la zona alta, lamentablemente queda un reducto de área natural en quebrada Media Luna, el último espacio en Canto Grande sin ser ocupado por la creciente comunidad del Anexo 22 de Jicamarca.

El ubicarnos sobre sus pequeñas estancias nos invitó a imaginarnos la sensación de estos cazadores al contemplar, desde estas alturas, la salida del sol; la misma que dibuja la imponente silueta de las altas montañas situadas al este y por el otro lado, una enorme quebrada que los invitó a conquistarla. Hoy sabemos que este grupo estuvo emparentado con la tradición lítica de la sierra, que las herramientas descubiertas son útiles para cacería y procesamiento de la presa, es decir limpiar la piel que es útil como abrigo. Los escasos artefactos recuperados forman parte de nuestro patrimonio y  forman las bases de las futuras civilizaciones que les preceden.

Pequeños refugios, que sirvieron de campamento estacional a los primeros grupos humanos que penetraron la quebrada Canto Grande hace mas de cinco mil años.

BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA:

ABANTO LLAQUE, Julio H.
2018        San Juan de Lurigancho: distrito de historia milenaria. En: San Juan de Lurigancho, historia y Presencia

BONAVIA, Duccio
1990        Perú. Hombre e Historia, de los orígenes al siglo XV. Lima: EDUBANCO.

CHAUCHAT, Claude.
2006        Prehistoria de la Costa Norte del Perú. Lima: Instituto Francés de Estudios Andinos y Patronato de las Huacas del Valle de Moche

LANNING, Edgard.
1963        A pre-agricultural ocupaction on the central coast of Peru. American Antiquity. (28) 3: 369-371.

SALCEDO, Luís E.
1998        Una Aproximación al Período Arcaico del Área Central Andina. Andesita, 1(2): 1-42.