jueves, 26 de marzo de 2020

San Juan de Lurigancho y el origen de la civilización en los andes peruanos: Las primeras construcciones monumentales.


Lic. Julio Abanto Ll.

El centro ceremonial fue uno de los centros religiosos más antiguos del valle del Rímac (Elaborado por Julio Abanto).

Como peruanos llena de orgullo que, ante el mundo nos corresponda ser dueños de una maravilla mundial. Hace más de cien años mostramos Machupícchu a la humanidad y ahora somos considerados como un ámbito donde se forjó la civilización.

Tener sociedades que, desde hace 5000 años lograron altos niveles de organización y cultura compleja, sólo se logra sobre la base del desarrollo amplios conocimientos tecnológicos, manejo de territorio y de los recursos que allí existen, además de establecer una organización social estratificada. Es el caso de Caral, complejo arqueológico situada al norte de la ciudad de Lima, al interior del valle de Supe. Caral expone un conjunto de edificios piramidales y espacios públicos que nos hacen pensar en una cultura avanzada, donde la religión tuvo un rol significativo. Este lugar es sólo un ejemplo de las maravillas arquitectónicas que nos han dejado nuestros ancestros y que nos posesionan como un territorio admirable.

A lo largo de su historia los pueblos y culturas que se establecieron en el área andina, enfrentaron diversos acontecimientos que tuvieron un impacto social, religioso y cultural que influyó en las siguientes sociedades. Es evidente que, tanto el espacio geográfico como los recursos disponibles fueron los elementos que, en conjunto con la capacidad del hombre, amoldaron su forma de vida y diseñaron sus  distintos modos de producción.
                                                                                      
Las primeras aldeas tienen como principal característica un cambio sustancial en la vida del hombre, quien del sedentarismo pasó a actividades productivas como la ganadería de camélidos y la agricultura. El registro arqueológico nos habla que a lo largo de la costa central encontramos asentamientos que datan del 6,000 a. C.  Mientras que la arquitectura monumental propiamente dicha hace su aparición en el 3,000 antes de Cristo. A todo éste periodo se le conoce como Arcaico o Precerámico Tardío y como su nombre lo indica una de sus características es la ausencia de alfarería.

Fotoaerea del centro ceremonial (SAN 1944)

La existencia de una estructura monumental conocida como 15 de Enero o Centro Ceremonial Canto Grande, indica un dominio y uso de estas tierras desde hace 5.000 años. Debemos mencionar que la arquitectura monumental temprana está asociada a ideas de un alto nivel de organización social y de una economía ya autosuficiente. Ya para el 3000 a. C. El uso del algodón como fibra útil para la textilería define una industria nueva con la cual, no sólo, se complementa la parte del vestir del hombre sino también contribuye con la alimentación al permitir confeccionar redes para la pesca.

El Templo de 15 de Enero (San Juan de Lurigancho),  lamentablemente desapareció a inicios de la década del 70, cuando el ejercito alteró el terreno para un programa de vivienda que se otorgó a los damnificados de la torrencial lluvia del 15 de enero de ese año, de allí la razón de su nombre. Se situaba en la zona denominada Cuello de Amancaes, pues era el paso natural hacia las pampa del actual distrito del Rímac, un sendero en zigzag y delimitado por un empircado de rocas era la obra vial de conexión que fue usado hasta hace décadas pasadas.

Reconstrucción hipotética del centro ceremonial Canto Grande (Elaborado por Julio Abanto)


A pesar que el sitio fue arrasado el años de 1970, las fotos áreas, anteriores a esa fecha, muestran muy buenos detalles de sus componentes y dimensión, razón por la cual es fácil la fotointerpretación de su forma. El complejo monumento se compone de una enorme planta cuadrangular construida sobre una serie de plataformas que nivelan el terreno, contenían dos plazas circulares a desnivel, una de ellas encerrada por un gran vestíbulo que se comunicaba con una estructura piramidal central. Este complejo se extendió en un área que supera los 15000 m2., por su orientación parece indicar que encontraba relacionado a caminos ceremoniales (geoglifos) que se extendían en la pampa y que se dirigían a la parte alta.

Sin duda, además de ser un centro ceremonial, desde allí los antiguos sacerdotes miraban el cielo para componer el calendario agrícola que regía la vida de aquel entonces para las poblaciones del valle bajo del Rímac. Las poblaciones debieron congregarse en fechas especiales para escuchar a su elite e iniciar un conjunto de actividades rituales.

En la misma zona de Canto Grande, en la pampa, se construyó un complejo sistema de líneas y figuras  que datan, según Lorenzo Rosselló del 2,500 a. C. De los  Geoglifos de las Pampas de Canto Grande, en actualidad hemos descubierto más de estos geoglifos dispuestos, incluso, en zonas elevadas. Por la cantidad de material asociado no dudamos que su uso se prolongó hasta la misma época Inca. Originalmente las rayas más gigantes superaban los cuatro kilómetros de extensión y atravesaban toda la pampa, las figuras más comunes  son las de plante trapezoidal y rectangular.

Evidencia de culto y construcciones en la parte alta de la quebrada (Foto: Juluo Abanto, 2008)


Lorenzo Rosello, excavó una interesante estructura de plata circular, el cual incluía componentes constructivos que se encontraban es estrecha relación son salidas y puestas de sol en determinadas fechas del año, es por ello que se designa una función astronómica al conjunto. Lamentablemente nada queda de esta estructura.

Las actuales investigaciones, que venimos realizando revelan que se tratan de caminos destinados a peregrinaciones y ceremonias. En el caso de figuras complejas posiblemente sirvan para ejecutar danzas y competencias rituales las que están destinadas a venerar a los cerros protectores de la comunidad.

Es una lastima que en centro ceremonial no exista, su presencia significaría posesionar al distrito como un centro de importancia emparentado culturalmente a Caral y por que no decirlo, sería la huaca más antigua de Lima.


Para saber más puede consultar:

ABANTO LLAQUE, Julio H.
2003       “Nuevos geoglifos en la parte alta de la quebrada de Canto Grande-valle del Rímac”. En: Unay Runa. Lima N° 6. pp. 30 - 37

CHAMORRO GARCÍA, Anderson
2003       “Introducción al estudio arqueológico de San Juan de Lurigancho. Lima”. En: Unay Runa. Lima N° 6. pp. 19 - 29

ROSSELLO, Lorenzo
1978      “Sistemas Astronómicos de Campos de Rayas”. En: Actas del III Congreso del Hombre y la Cultura Andina. Editor Ramiro Matos. Tomo II, pp. 521- 534. Lima.
1997      Cantogrande y su relación con los Centros Ceremoniales de Planta en “U”. Lorenzo Rosselló Editor. Lima.

ROSSELLÓ, Lorenzo; Cirilo HUAPAYA M. y Luis MAZZOTTI.
1985      Las Rayas y figuras en la Pampa de Canto Grande. En: Boletín de Lima. Vol. VII; N° 39; pp. 41 - 58. Lima.


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